Las dos, sin saberlo, cambiaron mi forma de ver las cosas.
La vida puede ser lo que uno quiere que sea. Solamente hay que dejar que eso pase.
Entonces, muy desidida... me dije "Sí. Soy fotógrafa. ¿Y qué?"
Sacar fotos me es inevitable - dice mi lápida al costado del "perfil" donde expongo mis fotografías en internet, como si me importara realmente la aprobación del mundo ante ellas. Es cierto, me importa. Pero más me importa el momento de sacarlas. Y eso es lo que quiero que se vea en ellas. No mi interés o mi desesperación por ser una "buena fotógrafa", una "artísta".
Se fue el tribunal en mi cabeza. Espero... no vuelva.
Sacarlas es para mí, lo más relevante.
De noche pienso siempre mejor; pero, sobre todo... más.

No hay comentarios:
Publicar un comentario