El sueño se trataba de huir.

Primero un león. 
Nadaba tan rápido por el río que no nos daban las patas para salir del agua. Habíamos estado juntando juncos y frutos pero ahora corríamos nadando, nadábamos corriendo.
Lo lográbamos. Subimos al árbol y recién ahí comprendimos lo que pasaba. Lanchas y motos de agua con tipos arriba. Vestían de verde. Portaban armas y megáfonos, y el león saltaba sobre nosotras, rasguñándonos, pisándonos las cabezas;
y los tipos se acercaban tanto que nos daba miedo. Mucho miedo. 
En cuanto dimos vuelta la cara vimos que se venía un chita con la boca tan abierta que se le veían los colmillos, podíamos sentir su aliento de lo cerca que estaba; pero él también huía, lo más rápido que podía (y eso era mucho decir... era un chita, claro) 
Y nosotras en el árbol, medio desnudas, con totoras en las manos, tomando de su jugo y tomando también agua del río que ya no estaba rica, ahora sabía a lancha; pero no nos importaba porque habíamos logrado escapar y el león y el chita también.
Y ahora los que huían eran los tipos de las armas.


:: Collage en proceso... se me está complicando... tardo más de lo pensado.
   Nota: dejar de querer resultados inmediatos. ::

No hay comentarios:

Publicar un comentario