- Foto Mey -
Suena el teléfono.
               Sé que es el de casa porque tiene ese sonido de antes.  De antes de estar disponible para todos en todo momento.
               Me quedo y escucho. Lo dejo sonar lleno de nostalgia y un poco de curiosidad. Y me pongo a pensar en los teléfonos que coleccionaba en algún momento, de disco, esos hermosos teléfonos ruidosos, de campanas... que ya no tengo. Sin embargo este que tengo ahora, con cables... ya parece viejo. Y no lo es.
               Suena cada vez más lejos. Es lindo escucharlo.
               Nunca había prestado atención al grado de mi paciencia cuando algo me gusta. Hay gente que se vuelve loca con el sonido del teléfono y corre a atender antes de volverlo a escuchar.
               A mí, por el contrario, me gusta más la intriga, es una linda sensación. Uno imagina quién será y para qué llamará... y si lo que se me ocurre no es interesante o es triste... no atiendo.
             

No hay comentarios:

Publicar un comentario