Ahí estabas. Te veía dormir tan calmo, tan flojo, entonces fui un ángel silencioso.
Y yo seguía caminando, pululando por la casa, insomne, acercando a la ventana pensamientos oscuros y obsoletos que venían y se iban. Quizás pecando.
Sonaron canciones y me hicieron reir. Todo dentro de mi cabeza.
Ahí estabas, tan callado y hermoso. Tan desprolijo ...


No hay comentarios:
Publicar un comentario