Esto escribía el 1 de marzo de 2010 a mis amigos... 

Sí, es cierto... tengo un hijo en primaria...
¿Qué quiere decir esto? Qué carajo sé yo!! ...
En primer grado las madres esperamos afuera, detrás de la escalera y es la maestra quien le acomoda el cuellito de la chomba a nuestro niño que nos mira y nos pide complicidad... le respondemos con una sonrisa llena de lágrimas sacándole una foto y... ¿Qué recibimos a cambio? Una mirada fulminante de la flamante y admirada maestra de primero, que nos obliga a ver madurar a nuestro pequeñísimo retoño; que a partir de mañana, va a bardear a los pibes de salita de 5 (si es que los tiene cerca), que va a ser burlado demoníacamente por los de 2do, 3ro, 4to. Que va a esperar interminables recreos tratando de comprar algo en el quiosco, mientras es aplastado y empujado por vándalos de 4to. que tratan de impresionar a una niña de 7mo con su cara llena de acné juvenil. Y es imposible no pensar en que, nuestro niñito, va a ser uno de esos.
Así, como quién no quiere la cosa, recordamos a nuestras madres revisando nuestros cuadernos a última hora... papel glacé... 1 mapa nro.5... y lpm! ¿Lindo? ¿Estresante? Es inimaginable. Parece que todas las etapas se repiten haciendo el camino (ya muuuy conocido) del eterno retorno, pero en lugar de ser igual, es siempre diferente.
Lo disfruto escribiéndoselo a ustedes...  a los que están por tener niños, a los que están adaptándose a una guardería llena de pibes con mocos y toses horribles, a los que todavía ni imaginan dejar su vida para ser tomados por la vida de madre/padre...

Mis amigos:
y sí... ya me dirán Señora por la calle... tengo un hijo con uniforme y mochila poliforme!!

Los quiero.
Mey

Hacía ya algunos años que mandaba 1 mail por semana.
El asunto era casi siempre: "Foto de viernes" (o, en su defecto, algún otro día) Contenía, como su título lo indica, una foto de mi autoría, y algunas pocas líneas que contaban algo.
Esta vez fue algo más personal:

Mi primer hijo que ya era hermano mayor, ahora empezaba la primaria... 
aquello fue todo un acontecimiento. Lleno de sentimientos encontrados, orgullo, alegría, miedo, sí, eso: sobre todo, miedo.

Hoy, 3 de noviembre de 2016, tengo la certeza de que Joaquín, efectivamente, empezó la primaria... aquello del 1 de marzo fue real. Una de las cosas más reales que me pasó en la vida. Puedo decirlo ahora, porque está a días de irse de viaje de egresados de 7mo grado.
Resulta que está terminándola y va a empezar la secundaria.

Puedo decirte ahora, que todo lo que se dice es un poco cierto... y también que exageran la tragedia. Pero eso es lo gracioso de la vida. Salpimentar las anécdotas, para que la vida sea más divertida.
Pero algo es cierto: Joaqui nunca prefirió el quiosco al recreo. Formó un grupo de amigos de los buenos, inseparables pero no absorbentes. De esos que pueden estar hasta las 6 de la mañana charlando, jugando, pateando la pelota sin aburrirse.
Aprendí en este tiempo que los varones (ya séeee... NO TODOS) son "una tumba" y que cuesta un perú sacarles una palabra... y que cuando llegan a adolescentes, te gruñen por la mañana y te abrazan por la noche. 
Y sí. Eso de salir corriendo a comprar papel glacé, mapas o cualquier otra cosa es terriblemente cierto. Pero también existen las mamás compañeras, que ayudan y se solidarizan con nosotras, las más colgadas y olvidadizas.  
Ahora que esta etapa (al menos la de Joaquín... me queda media primaria con Atilio) se termina, voy a poder descargarme y decir a viva voz lo que me pase por la cabeza sin ofender a las otras madres, esas que no son ni compañeras, ni solidarias!!!
Y voy a poder bajarme de 3 grupos de wsp (mínimo) sin culpa.

Mey

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