| "Correr" Mey |
Y yo corría.
No llegaba al trabajo, no venía el subte. Se atascaba el tránsito y el colectivo todavía estaba a una cuadra de distancia. Hacía 20 minutos que estaba ahí, a una cuadra y no podía avanzar más allá del semáforo. Y yo fumaba. A veces me olvido que yo fumaba. Y los ruidos, esos ruidos de las calles y avenidas. Histéricos; repentinos pero continuos. Y a mi lado un nervioso señor muy gracioso, insoportable...
pero ¿Quién soy para decir que ese Señor era insoportable? Si la que rebalsaba de locura era yo, si esa espera parecía ser la peor de mi vida, como si acaso fuera esa tarde la última vez que abrazaría a mi amor o si se acabara el mundo en 15 minutos.
Veo hacia atrás y me da mucha risa.
Haber creído que 20 minutos podían terminar conmigo. Por alguna razón dejé de trabajar en el microcentro y me centré en la vida de bares y escrituras, de under y de teatros, de alcohol y otras costumbres. Ahora, después de todo ese revuelo, vuelvo a creer que la vida se puede acabar en esos 20 minutos de esperar un colectvio... pero no: Mi ansiedad va a poder conmigo el día que no me salgan ya las palabras, ni las fotos. Va a acabarme en ese momento que mis pensamientos vayan más rápido que mis dedos y mis cuadernos ocupen todos los espacios de mi casa. Ese día que ya no tenga más película, ni almacenamientos digitales, ni cuadernos para dibujar, ni paredes, ni maderas...
Ahí sí. Cuando crea que ya fue suficiente y me haya cansado de esperar este colectivo de mierda que no llega: pero antes de que la ansiedad pueda conmigo, voy a acabar con todo... a mi ritmo, a mi tiempo... y ahí sí. Voy a ser "el primer hombre sin sombra"
Foto y texto Mey
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