Hacía mucho tiempo que esperaba.
Estuve sentado una eternidad.
Ya me picaron: la nariz, los ojos, las orejas... unas cien veces. Es tan incómodo que todavía me dura.
Mirando la escalera, girando hacia la reja... nadie. Nada.
Ni los pajaritos se acercan.
¿Será ésta la eterna espera que uno sufre antes de las malas noticias?
...
...
...
sí.
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