Recuerdos olvidados. I - Loli -
Voy a empezar por un recuerdo. Casi siempre es ordenado, pero esta vez se me hace muy difícil. Hoy, quizás el 1ro de febero más complicado de todos, tomé una decisión caprichosa y un tanto ambiciosa.
Recordar una cosa, aunque sea insignificante, por día... pero después me pareció que era mucho y pensé que podía ser por semana. Veremos.
El recuerdo me asaltó de improvisto el otro día... no sé bien dónde. No recordé su nombre hasta el martes, que ví una chica igual a Ella en el colectivo, fue demasiada casualidad para mí y en ese momento me resultó imperioso empezar ésto.
-"Loli" - recordé... y mientras lo escribo sé que me equivoco... me doy cuenta y recuerdo - "Laura" "Laurita"... Sí, creo que se llamaba "Laura". Era una compañera del coro en el colegio, a cargo del prefesor Lethieri (Ay! Desearía haber sacado fotos, ya para esa época tenía la minolta pocket... pero poco interés en los coros y en los profesores)... de todas formas, me gustaba ir... y cuando me hizo probar el "Solfeo" para saber qué tono tenía y afiné casi todas las notas, me sentí Shera. Con el tiempo fuimos afianzando las voces y nos fuimos amigando con la idea de ser un "Coro".
Cantábamos "Dum durum dum, los higós están verdes, dum durum dum, que ya madurarán..." y esas canciones típicas de coro, con esas típicas (y horrendas) malformaciones de asentuación.
Un día, teníamos que presentarnos en algún lugar... no me acuerdo dónde ni porqué motivo, pero teníamos que cantar bien. El profesor estaba nervioso, peinado y bastante arreglado... se notaba que le costaba mucho, tenía un pantalón beige clarito y una camisa escocesa (era como un Van Gogh... pelirrojo, flaco, con pómulos huesudos, un tanto desesperado en todos sus movimientos y sus parpadeos y una sonrisa que, a veces, daba miedo). Me mandó ahí, al lado de Laurita y empezamos a cantar.
Lethieri la miraba mientras movía sus manos de director, pero cada vez abría más los ojos, tanto que todas nos preocupamos un poco... su pelo, peinado para atrás, comenzaba a descuajeringarse... Una vez que terminamos de cantar, fue directo a decirle lo mal que había cantado, lo mal que había interpretado sus ojos abiertos que significaban que baje un tono, que estaba exagerando, desafinando... estaba desesperado, enojado, desilusionado; pero, Laurita, que no era lerda ni perezosa, le dijo:
- Es que... Daniel: te equivocás, yo no era la desafinada, era Ella! -
Y con sus deditos de salchichita de viena cortada a la mitad y sus ojos saltones abrillantados, me acusó así y sin más preámbulos de todas las sentencias que caían sobre Ella.
Lo que recuerdo es haberme sentido terriblemente mal, no sólo porque la acusaban a Ella, sino, porque me acusaban a mí... y porque no habíamos cantado bien, y porque Lethieri ya tenía parte de la camisa afuera del pantalón y una cara de desilusión que ponía triste a cualquiera. Derrota. Eso sentí. La derrota de no saber qué hacer, qué decir...
Siempre creí que la que había cantado así de mal era yo, cobarde, dejando que la acusaran a Laurita y que se desparramara la injusticia por todos sus brillantes ojos.
La verdad, nunca supe si fue cierto, ni tampoco recuerdo más de la situación,,, mi cerebro sacó a la luz, solamente esa escena, sin el final... cargué con eso hasta ahora que lo recuerdo (a medias)... 23 años después, mi deseo encierra a una Yo valiente y justa; quien, aunque no hubiera sido la desafinada, debería haber dicho:
- "Y sí, debo haber sido Yo la exagerada, Ella canta mejor" a lo que el profesor, seguramente, habría contestado con un vago gesto de "Ya no importa, igual quedamos como el orto"
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